Si el arte es comparable al deporte.
- Pablo Aguirre Solana
- May 14, 2023
- 3 min read
A mi querido Roberto Vargas
Si el arte es comparable al deporte.
¿Cuántas veces no hemos escuchado a un narrador decir es gol es un poema o hacer vastas analogías artísticas respecto de jugadas y momentos épicos del deporte?
De ahí que quepa hacerse la pregunta (seria) quizás, de: ¿Si el arte es comparable al deporte?
Yo digo que no, no porque pretenda invalidar una apreciación eminentemente personalísima como la tuya querido Alejandro, sino porque creo que hay elementos de experiencia, de significado, sensoriales y de interpretación, que los hacen dos fenómenos inconexos.
El arte antes que nada es representación, interpretación, experiencia, trascendencia y conmoción. El arte es una articulación singular de la realidad que tiene como principio un eje de transformación ontológica radical, esto es, aspira a la transformación del ser, más allá de las circunstancias, tiempo y personas. De ahí su naturaleza efímera, interpretativa y perenne.
El arte al ser significado y significante se puede interpretar de muchas maneras y se puede experimentar de otras tantas. Su inmediatez sensorial, no es la única dimensión que lo explica enteramente, por ejemplo; una sinfonía la primera vez que la escuchamos puede tener otro significado y sensación en nosotros después de haberla escuchado otras veces y a lo largo del tiempo, no es lo mismo escuchar la 7ta de Bruckner a los 15 que a los 44 años.
El arte no es estático, el arte es producto del tiempo, de las épocas, de las ideas y de los cambios sociales, la impermanencia es otros de sus ejes. ¿Cuántas corrientes artísticas no se gestan en la ruptura de otra? Por ejemplo; el cubismo en la plástica surge de una ruptura con el naturalismo pre y post impresionista. La música atonal surge de una ruptura con la primera Escuela de Viena y así mil ejemplos.
El arte es experiencia, que podría ser equiparable a otras experiencias que conmueven como el deporte o el sexo, pero, la diferencia es que el arte no es sólo la dimensión sensorial de lo estético, (lo bello y lo sublime), según Kant; sino que trasciende a ésta y se torna en algo más; interpretación, significado, evolución, consciencia de sí y vinculación cognitiva. Puesto que el arte demanda de uno involucramiento, atención plena, conocimientos previos, disposición, capacidad de abstracción, familiaridad y relacionalidad. No es lo mismo entender un gol, que entender el Cementerio Marino de Paul Valery o el Guernica de Picasso, hay toda una trayectoria para llegar al pleno entendimiento de una obra, sus significados, interpretaciones y la multitud de sensaciones que nos pueden generar.
El arte es tiempo prolongado, trasciende nuestras vidas porque permanece a lo largo de los años y los siglos, más allá y por encima de nuestras individualidades, subjetividades, experiencias de vida, modas, contextos, políticas, guerras, epidemias, morales y sensibilidades etc.., por ejemplo; seguimos escuchando a Bach y han pasado 273 de su muerte. Las ideas plasmadas en las obras de teatro de Sartre siguen teniendo una influencia fundamental en el pensamiento contemporáneo y político, pienso en las políticas identitarias. La influencia de Stravinsky en la música contemporánea se deja sentir hasta en el techno de los años 90.
El arte es legado para la posteridad, no nada más entretenimiento pasajero, sin duda el arte entretiene conmueve y apasiona con su inmediatez sensorial y su capacidad representativa. Pero el arte es el reflejo más claro de lo más elevado del espíritu humano y de lo que el hombre puede llegar a hacer.
Aunque concedo que un gol de Maradona pueda ser la expresión poética más elevada del espíritu humano para algunos, no para las analfabetas deportistas como yo.
14/Mayo/2023






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